3.12.07

Rebaño III. Apología anti-ideológica o no tanto.

Me pregunto: por qué estás tan convencido. Por qué tendrás la necesidad de mantenerte convencido, y cómo te habrán convencido sobre lo bueno que es: tener convicciones.
Cómo han hecho para que 'te adueñes de' (o te dejes adueñar por) ciertos sistemas preconfigurados de pensamiento que tan orgulloso continuarás reproduciendo, Cómo han logrado que definas tu lugar en el mundo en base a ideas ajenas???.
En parte lo entiendo... entiendo porque también suelo aferrarme a esa seguridad de mostrarme seguro, a la comodidad de escudarme así, y conozco lo práctico que es que terminar de configurar la "propia" postura ante la vida se trate de leer a un par de autores, cambiar algunos sentidos estéticos en función de eso, alinearse con ciertas opiniones, y reaccionar de dos o tres maneras masomenos parecidas ante cualquier acción. Entiendo también esos sentimientos tan "reales" de compatibilidad al leer o enfrentar ideas concisas, lógicas y bien articuladas afines al pensamiento adquirido (al punto de sorprenderse de que semejante eminencia piense "como uno" o "lo que uno ya había pensado vagamente")
No me considero fuera de eso, es algo que me atraviesa, por supuesto, porque las redes de conceptos internalizados se vuelven telarañas pegajosas, porque el veneno arácnido de las corrientes ideológicas establecidas paraliza piernas y brazos y hay que desatarse mordiendo y desgarrando(se) con los dientes.
Sin embargo cada vez que me doy cuenta, me muevo espasmódicamente dando vueltas alrededor de los conceptos, de las posiciones, como siempre doy vueltas sobre todas las cuestiones, porque prefiero dar vueltas, prefiero masticar y ser un rumiante de las ideas, vomitarlas y volverme a alimentar de ellas: estar al mismo tiempo un poco interesado por la cuestión, un poco preocupado por la cuestión, un poco incrédulo de la cuestión, y siempre insatisfecho.
Y si me río,
si te contesto con una ironía,
si no parece realmente que esté preocupado sino exactamente lo contrario...
No es que esté intentando faltarle a tu persona el respeto.
Solamente es que me resulta un poco absurdo y hasta ridículo ese miedo a perder la casilla donde puedas y puedan encasillarte. Esa fobia a mover los hilos de la telaraña, ese temor de vaca bien alimentada a que desaparezcan las barreras que te protegen de la libertad de pensamiento sin tranqueras.

Leer:
Rebaño II
Rebaño I