22.11.06

Formalidades I

-Bueno, esa es mi idea, te parece bien?
- Emmh, no se, te parece bien si te hago una crítica?
- Y... mirá... te parece bien que no me parezca bien que me hagas una crítica a esta altura?
- y a vos te parece bien que me parezca bien que no te parezca bien que te haga una crítica sobre lo que no me parece bien?
- mira.. no me parece bien que te parezca bien que algo que no te parece bien y a mi me parece bien te parezca bien decirmelo.
- ... tu idea está bastante bien.
- entonces te parece bien?
- si... qué se yo...
-Genial! vos como estás? todo bien?
- Eh...

9.11.06

Un buen debate

"Tenés mucha razon cuando hablas de la juventud de hoy en dia, para ellos milico es igual a asesino y no ser de “izquierda” (lo que ellos consideran izquierda, claro) es ser un facho de mierda… "

extraído de los comentarios de Blogged: http://www.blogged.com.ar/2006/10/14/zurdo-de-mierda

7.11.06

Solución.

El único problema de tener problemas para resolver problemas no es el problema de resolver cada problema sino el problema mayor de tener que enfrentar el gran problema de tener problemas para resolver problemas como un problema, para solucionar el problema de que cada problema genere tantos problemas.

Ay, ya la remataron!

este Google Ads se viene con toda.

Luz

02 de Agosto, 2006


Ayer escuche a Daniel Melero, hablando en mi facu.
Hacía mucho que no me sentía tan de acuerdo con una forma de ver las cosas. Ante la ideología, la religión, la ciencia, el bien, el mal, la verdad, la mentira, lo terrenal, lo extraterrenal, la política, la filosofía, lo real y hasta la física, el señor se da el gusto de hacerse replanteos sinceros, actuales, divertidos y tremendos. Desde una postura corrida del Rocker/Poser, del Idéologo/Poser, del Cordero/Poser, y si, hasta del Lobo/Poser (faquiu Peña maldito vedette) el señor concluye su charla hablando de dejar los egos de lado (políticos, artísticos, metafísicos, antropológicos y profesionales) y ponernos a observar a los Osos de Agua, a los perros, a la naturaleza, para mejorar nuestra sociedad.
Daniel Melero habla de la adaptación, de los objetivos, de las formas. Y cuestiona la falta de libertad que, con el mismo conocimiento, nos hemos impuesto. Ha hablado de un simple animal que sin religión, sin ciencia, sin moral, ha llegado ya mucho más lejos que nosotros, y hasta puede morirse por cuantos años quiera, resucitando con solo sentir un poco de humedad en el aire. Literalmente.
Está en lucha contra una humanidad ególatra que autojustifica sus métodos y nos impide descubrir otros a pesar de lo absurdo que resulta pensar en la existencia de una única forma de crear conocimiento.
Está claramente ilusionado en que logremos abandonar las dicotomías que nos atraviesan y encierran para tener puntos de vistas más plurales, más complejos, más profundos, para poder analizar en múltiples dimensiones que se alimenten entre ellas.
Está harto de las formas, y a favor de un existencialismo activo y positivo, destructor para liberar y libre para construir. Y está seguro que podemos ayudar desde donde estemos: vagos, laburantes, tragalibros, delirantes, artistas, televidentes, consumidores, pensadores, esclavos del lenguaje, sometidos culturales todos nosotros, deberíamos ya dejar los odios y los límites. Convertirnos en los seres mutantes que tanto tememos ser, y descreer de los dogmas, es lo único necesario para desatarnos de ellos, es lo más importante para transformarnos.
Es una forma de ser.

Me lo dijo la partera, al nacer:

Mirá... acá no será eterna la vida, pero al menos, la muerte si!

Un Clásico

Había una vez, un escritor que escribió: "Había una vez, un escritor que escribió: Lector estúpido, te estoy mintiendo, ¿no te das cuenta?" con el objetivo de sincerarse de manera encubierta.
Lamentablemente no logró su objetivo por sobreestimar al receptor, ya que ninguno de sus lectores se dió por aludido. Los infradotados, pensando que solo era una jugarreta de ficción, vivieron felices y comieron perdices.

Mira qué ironía, querida!

El mundo está dividido en dos tipos de personas: los irónicos y los pelotudos que pueden llegar a creer que solo hay dos tipos de personas.